“A los cómicos nunca le preguntan cómo es su público”. Apenas llevo tres preguntas y ya he caído en un cliché. Penny Jay, nombre artístico de Sara García (1990), es la creadora de Riot Comedy, una productora de comedia para impulsar la presencia de mujeres en la industria del humor y acabar con los tópicos que persiguen a todas aquellas que se atreven a pisar las tablas de un escenario tradicionalmente dominado por los hombres.
“Nunca me callo”, advierte, porque no está dispuesta “a pedir permiso ni perdón para hacer comedia”. Hablamos por teléfono durante casi una hora en una conversación que transcurre a partes iguales entre la carcajada y la política. Penny Jay defiende que el humor es ideología y ella asume las consecuencias de la suya, pero está “harta de llorones” que utilizan la comedia como parapeto para un discurso incendiario contra los colectivos más vulnerables: “Si eres un pelín facha y te llaman facha, te lo comes”.
¿Qué es la Riot Comedy?
La Riot es una productora de comedia femenina y también es un open mic y un show. Queremos reivindicar la presencia de mujeres en el mundo del entretenimiento a través del stand up comedy.
Por tanto, surge de la necesidad de un mayor espacio para las mujeres.
Las mujeres seguimos teniendo poco espacio en la comedia, pero cuando empezamos era aún más pequeño. Tenemos que reivindicar nuestro lugar, tanto en la industria mainstream como en el circuito alternativo.
¿Cómo fueron los inicios?
Empezamos en 2018, en el Superlativo Bar, una sala muy pequeña. Coincide con la ola feminista y ha sido un gran éxito. Hemos creado un espacio donde las mujeres nos podemos sentir seguras para desarrollar nuestra comedia y nuestro propio discurso.
¿Has estado siempre en el mundo de la comedia?
Yo vengo de la publicidad. Estuve 5 años viendo mucha comedia, mucho stand up, pero no me atrevía a subirme a un escenario, porque veía cómo hablaban de las mujeres y sentía que mi discurso no sería aceptado. Cuando me atreví a dar el paso me prometí a mí misma crear la Riot, para disfrutar junto a mis compañeras y no tener que estar luchando por la aprobación de nadie.
¿Cómo es el público que acude a vuestros shows?
En general son mujeres y gente LGTBIQ. También nos critican por eso. Resulta que no somos válidas ni como creadoras ni como público. Siempre me hacen esa pregunta en las entrevistas, pero nunca he leído que se la hagan, por ejemplo, a Berto Romero o a cualquier otro cómico. Porque puede que su público sea en un 80% hombres y eso se ve como algo normal.
He caído en el cliché.
No es una regañina, pero…
¿Cuántas mujeres han pasado por la Riot?
Diría que más de 100, porque el open mic es abierto y se suben muchas chicas por primera vez y otras tantas que llevaban mucho tiempo sin actuar.
A principios de los 2000, Eva Hache tuvo una irrupción muy fuerte, pero después se produjo una ausencia prolongada de mujeres en la comedia, al menos en lo que se refiere a los grandes medios de comunicación.
Cuando hay una reivindicación social muy fuerte, en este caso feminista, la industria elige a una persona para cubrir ese reclamo. Ha sucedido recientemente con ‘Las que faltaban’: cogen a 5 mujeres y con eso cumplen la cuota. Y ellas solas tienen que cargar con toda la presión, hasta que un día a la industria no les cuadra, porque ya se le han lavado la cara, y les pegan la patada. Los hombres, sin embargo, tienen decenas de oportunidades.
A las mujeres no se les permite fallar.
Para eso nace la Riot. Nosotras nos subimos al escenario sin pedir permiso ni perdón. Es más, el perdón nos lo van a pedir a mis compañeras y a mi por habernos rechazado durante tanto tiempo. Cuando empecé con todo esto, las salas se negaban a darnos espacios, ni siquiera me contestaban. Pues ahora las llenamos. Lo que sucede es que seguimos en el circuito underground y el COVID ha arrasado con todo. Ahí es cuando te das cuenta de la necesidad de estar en el mainstream.
El perdón nos lo van a pedir a mis compañeras y a mi por habernos rechazado durante tanto tiempo
Apenas dos años y la Riot ya está girando por muchas ciudades. ¿No has recibido ninguna propuesta de los grandes medios de comunicación?
No
¿Y no te sorprende?
¿Y a ti? Mira el caso de Vicky (Victoria Martín). Una cómica que llena salas y hace contenidos virales en redes sociales. Fue guionista de ‘La resistencia’, colaboró en ‘Las que faltaban’ y creó una serie. Ahora le han comprado un podcast, que tiene mucho éxito, pero no lo ponen en la Cadena SER, sino en Podium. Así que no, no me sorprende. Por un lado me agota, porque tenemos que estar haciendo ruido constante para tener oportunidades, pero también estoy contenta. Ese ruido servirá para las próximas generaciones. Creo que la comedia es una de las últimas voces que el feminismo está conquistando. Y podemos hacerlo. Cuando niegan la comedia a las mujeres nos están diciendo que somos incapaces de desarrollar una estructura narrativa que pueda generar risa. En otras palabras; nos están llamando tontas. Y las mujeres no somos tontas.
Sarah Silverman, Kristen Wii, Ellen DeGeneres o Miranda Hart. En el mundo anglosajón nos llevan ventaja.
Sí, pero también han tenido que derribar muchos obstáculos. Sarah Silverman cuenta que cuando entró como guionista en 'Saturday Night Live', sus compañeros no se rieron con sus chistes hasta años después, cuando contrataron a otra mujer. Los hombres tienen una industria gigante en la que pueden sentiros reflejados. Nosotras también necesitamos eso.
Ahora estáis empezando a introducir hombres en vuestros shows.
(Ríe) No, ¿para qué?
Lo he leído en la web.
Pero no en la Riot. Vamos a producir proyectos mixtos en consonancia con nuestras ideas, pero la Riot fue creada con una reivindicación muy clara y así tiene que seguir: queremos conseguir todo lo que tienen los hombres, pero sin pasar por sus filtros.
Aquí viene la pregunta estándar. ¿Hay límites en el humor?
Yo no creo que haya que llevar a nadie a un juzgado por un chiste, pero estoy harta de los cómicos llorones. No hay límites en el humor, pero sí hay ideología. Si te dedicas a soltar cientos de comentarios contra un colectivo vulnerable, no utilices el humor como excusa. Al menos sé valiente y reconoce que eres un pelín de ultraderecha.
¿La comedia tiene que fluir de abajo hacia arriba?
Mi humor es de abajo hacia arriba porque mi ideología también lo es. El humor es un reflejo de tus ideas. El mío puede molestar a muchos hombres de ultraderecha, pero lo asumo y soy consecuente con lo que pienso. Así que si eres un cómico pelín facha y te llaman facha, pues te lo comes sin llorar.
¿Para qué te ha servido la comedia?
Para todo. Para reflexionar sobre mis experiencias vitales, para afrontar mis problemas y para crecer. Hace dos años tenía el síndrome del impostor, pero cada vez disfruto más de lo que hago encima del escenario. La comedia me ha servido para quererme a mí misma.
Las cómicas soléis darle la vuelta a los tópicos machistas para ridiculizarlos.
Es mi comedia favorita. La crítica a la masculinidad es muy divertida. Además, caéis en tantos clichés que tenemos material para años.
¿La masculinidad es frágil? ¿Recibís muchos ataques de ofendidos?
Un día, al terminar uno de mis shows, una chica quiso acercarse para hablar conmigo, pero el novio la cogió del brazo y se la llevó. Quise matarle. A los hombres os dicen que para triunfar tenéis que cumplir una serie de requisitos. Por ejemplo: entender las relaciones sentimentales como una mera acumulación o vivir sin la menor responsabilidad emocional. Pero después, en la edad adulta, descubrís que las cosas no funcionan así. La masculinidad es frágil porque están frustrados y tienen miedo. Los hombres serían más felices si fueran capaces de librarse de todas esas imposiciones.
La masculinidad es frágil porque los hombres están frustrados y tienen miedo
Voy a decirte una serie de nombres y tú me dices lo que piensas con unas pocas palabras. Asaari Bibang. Reina de España, gran amiga, mejor cómica. Inteligencia, verdad, elegancia, talento infinito… y podría seguir eternamente.
Altea.
La niña mimada de la Riot. La persona más graciosa del universo, con una gracia natural. Va a ser una de las grandes cómicas de España.
Marina Lobo.
Muy guapa. Esto es lo primero que tengo que decir, porque si no, no le va a sentar bien (ríe). Poco ego tiene para lo guapa que es. La quiero mucho, es un amor de persona. Inteligente y perspicaz. Una de las mejores cómicas políticas que hay ahora mismo. También tiene un gran futuro.
Paula Púa.
La cómica millennial. Una mujer muy rápida, que se maneja mejor que nadie en las redes sociales.
David Broncano.
(Ríe) ¿Puedes poner “puf, jajaja”?
David Suárez.
(Ríe a carcajadas) ¿Puedes poner otra vez “puf, jajaja”?
Henar Álvarez.
Un torbellino, una persona llena de talento y muy trabajadora. Éxito seguro. Creo que es la única persona con la que utilizaría la palabra crack. Actualmente es la mejor cómica del país.
Lala Chus.
Lala es la hostia. Es como si hubiera nacido en una serie de los 90. Lala es la auténtica hija de ‘Ana y los 7’, y ya luego se hizo cómica. Es una maravilla, una cómica viejoven que lo lleva con orgullo.
Ignatius.
Me gusta mucho. Le admiro, y por eso su discurso, cuando ha cargado contra las feministas, me ha causado dolor. Pero ha sido uno de los cómicos más inspiracionales en mi vida. Una de las primeras personas a las que vi rajarse de arriba a abajo en un escenario, para convertir una experiencia traumática en comedia.
Penny Jay.
No me callo nunca. Hasta yo misma acabo aturdida. Hiperactividad constante.
Para terminar. ¿Dónde os podemos ver?
En Madrid, en Barcelona, en Bilbao...y habrá más ciudades. Y estamos haciendo un crowdfunding para poder sacar un programa adelante.
La foto que ilustra esta entrevista es de Akane Mayo.
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