El fascismo no murió, se echó una siesta. El tiempo justo para que nadie recordase, que fue hogar de nazis, que estuvo erigido por una falange, que esclavizaba, robaba bebés, torturaba a jóvenes y ahogaba en el "Viva España" a quien no creía en ello y tuvo que vivir silenciado. El lema hoy pervive, no por patriotismo consciente, sino como una forma de recordar quienes son vencedores, y quienes han sido vencidos. La ley de Amnistía del 77 es lo más parecido a poner la otra mejilla que un país ha hecho después de una masacre entre civiles. El último régimen fascista de Europa jamás tuvo una justicia reparadora, ni esta, está permitida.
La diferencia es que hoy, a riesgo de una guerra civil, porque el país aún no se ha recuperado moralmente de la del 36, el punto de mira son los casi 6 millones de migrantes que componen España, "Españita" o como quiere decir la facción más mezquina, "Españistán" .El listón de la creatividad está muy bajo. Los racistas son racistas porque pueden. Igual que los gilipollas, que los machistas, que los violentos. No se equivoquen, está de moda tolerar hasta entre los que llevan camisa azul todos los días de su larga vida y comen en el Golf. Esa gente que ha votado al PP 15 años y hoy habla de que Vox puede existir porque Pablo Iglesias... "Bosco, ¿otra vez Pablo Iglesias?" Eso y que la gente a la que le gusta es hija de un militante de Vox con escopetas en casa, y eres también con quien te acuestas. Ah no, espera, que ellos llegan dándose sólo la mano al altar. Yo aquí juzgando, cuando ellos sólo se dedican a poner nombres marroquíes en un anuncio de campaña en el metro de Madrid diciendo que son los que más ayudas reciben al alquiler. Porque quiénes son los moros para ser pobres y encima pedir una ayuda social a la vivienda. Fíjate, encima de que no tienen herencia ni trabajo se atreven a pedir una ayuda por sus condiciones de vida, sus años cotizados etc. Quiénes son los moros para pedir Derechos o reclamar dignidad social.
Los racistas son racistas porque pueden. Igual que los gilipollas, que los machistas, que los violentos
Cabe decir que todos tenemos un pasado turbio, pero creo que ser pobre y facha es la gran prueba de que Dios sí castiga dos veces. Ser clase obrera y supremacista es la mayor muestra de lo atrevida que es la ignorancia. Creer que tu vecino Mohamed que sale a trabajar a las 5 de la mañana a poner ladrillos como hacen miles de marroquíes todos los días y que ha logrado con los años pagarle la universidad a su hija, es menos amigo tuyo que Santiago Abascal, es de desubicado, no de ignorante. Es propio de quienes no saben relacionarse en la igualdad que la clase obrera debería considerar imprescindible para ser reactiva. Pero hay quien quiere idolatrar, quien necesita enaltecer la existencia de un dictador, porque su lugar más cómodo es la subordinación ideológica.
Es propio de quienes no saben relacionarse en la igualdad que la clase obrera debería considerar imprescindible para ser reactiva
También es ridículo creer que vivir en Malasaña te hace moderna cuando todas tus amigas y tú tenéis apellidos compuestos, pero os jactáis de "apoyar minorías", aunque nunca le habéis preguntado a la señora que limpia en casa cómo está su hija, y pagáis, como pagamos todos los guays, con carita de felicidad 5 euros por un café para hacerle una foto. Como ir de bohemio en La Latina cuando tu piso de 45 metros cuadrados cuesta 1900 euros que pagas sin quejarte, a tu casero, otro moderno, o Ana Rosa Quintana, depende.
Quienes creen en la inferioridad de otros lo hacen porque la sociedad en la que viven es benevolente con ello. No es "miedo a lo desconocido", es el enaltecimiento del poder. Porque el poder va ligado a la expresión y los fachas se sienten con el derecho a expresarse. Porque llevan toda la historia de su existencia en este país con derecho a hablar como quieren, aunque eso vulnere derechos ajenos. El racismo es también clasismo; es la mofa al español mal hablado, porque la señora que lava tus calzoncillos para que te los encuentres planchados (a la vuelta de tu durísimo trabajo con la prima de riesgo, en el banco que la dejaría en la calle), no tiene tiempo para consultar la RAE. Se conforma con que no le reduzcas la jornada laboral cada vez que sube el salario mínimo y te llama Señorito. Y a ti te parece bien, porque te has acostumbrado a "tolerar" la servidumbre con la que esa mujer de la edad de tu madre se relaciona contigo. El racismo también es aporofobia porque ellos, esos moros, duermen 7 en literas, mientras tú has nacido en una casa de 7 habitaciones, en la que tenías cuarto de juegos y así has salido, llevando mocasines y diciendo "es que con estas feminazis ya no puedes hacer nada". Y borracho por Ponzano cuando tu lugar es Majadahonda, pero el poco talento busca nuevos nichos donde expandir su falta de gracia. A lo mejor esos 7 son igual de misóginos que tú, porque Dios nos libre de pensar que un oprimido no puede ser opresor, pero nunca te dirían "¿qué culpa tenemos nosotros de ser pobres?" como tu dices "¿qué culpa tengo yo de ser rico?". Vox existe porque representa el poco talento ideológico de quienes necesitan un tema de conversación simplista, como los padres fundadores de su ideología. De "los rojos" a "los moros" hay una consonante de orden distintivo.
Quienes creen en la inferioridad de otros lo hacen porque la sociedad en la que viven es benevolente con ello. No es "miedo a lo desconocido", es el enaltecimiento del poder
La migración es un fenómeno neutro. Es importante dejar de hablar de su riqueza cultural en búsqueda constante del utilitarismo. Resulta profundamente insultante escuchar que nosotras mejoraremos la pirámide poblacional, propio de colonialistas que perciben al pueblo llano como fácil de reproducirse, porque parece que a las "otras" les da menos pereza reproducirse porque viven encerradas en sus casas y no trabajan. Lo problemático es que haya mujeres que no acceden por tradición y opresión al mercado laboral (y que a menudo tienen más hijos de los que pueden mantener porque la píldora anticonceptiva está mal vista) porque se considera que es un buen equilibrante de la sociedad. Viene a ser: nos parecen bien que los moros, los negros, los latinos o los chinos tengas hijos mientras haya quien pague tus pensiones. Y encima hay que darte las gracias, porque tu no eres racista, porque toleras la opresión de las mujeres extranjeras en tu país mientras que aporten hijos a la pirámide poblacional envejecida.
La diversidad debería aludir a la mezcla cultural, pero cada vez hay menos familias que sacrifican un cordero y celebran la Navidad. Las religiones son opuestas por naturaleza, porque la existencia de una se basa en la no-verdad de la otra.
Y hablando de mí, porque ser una egocéntrica es un estilo, y es el mío. Lejos de la religión, por la que eres cuestionada, ser mora, magrebí y extranjera es la cualidad sobre la que gira mi identidad en los lugares en los que se erige la izquierda tolerante. El asombro ante mi libertad, los insufribles comentarios sobre mis rasgos, la exotización perpetua que te convierte en "mujer fetiche". Ser una mujer magrebí que viste, habla y se comporta como quiere sin un hijab de por medio te convierte en muchos casos en la categoría porno de "morita liberada". El morbo construye fetiches insuperables de "amante exótica o extranjera". O puta o madre. En España te convierten con una facilidad increíble en "buena integrada"; como quien acaricia un perro porque se porta bien. También te preguntan sobre tu fé, como jamás lo harían con María o Marta. Sonríes y deseas que pinesen que entiendes menos de lo que lo haces.
Ser mora, magrebí y extranjera es la cualidad sobre la que gira mi identidad en los lugares en los que se erige la izquierda tolerante. El asombro ante mi libertad, los insufribles comentarios sobre mis rasgos, la exotización perpetua que te convierte en "mujer fetiche"
Comer en un restaurante mexicano, peruano, marroquí o palestino no es "convivir mezclados en paz y tolerancia", es una parte más de lo que implica la ampliación de la gastronomía con precios no desorbitados. No es mejor ni es peor. Es lo que te cuentes sobre lo mucho que debe molar "lo de fuera". Yo valoro cada vez más la gente que no tiene interés en ir a hacerse una foto en Egipto, porque piensa que en su pueblo y con su cocido de verduras se está muy bien. Viajar no sólo no te hace menos racista, si no que encima te legitima para ser idiota y hablar de cosas que desconoces porque has estado medio ratito en ese lugar con esa gente, que encima te parece encantadora, hospitalaria, servil. También esos mismos te dicen que todo lo cultural hay que entenderlo, como si la violencia machista, dependiendo de quien sea la víctima, cobrase otro cariz. Como quien te dice que no señales a los tuyos porque como son víctimas de racismo no pueden ser opresores de ninguna forma.
España es racista, Yolanda. No se puede ansiar la presidencia de un país negando uno de sus problemas estructurales más importantes y nocivos. Tampoco pensar en negociar con sus amigos, Alberto,me refiero a tus amigos los fachas, no a los narcos, sólo para que te ubiques. Tampoco puedes decir que no es cosa tuya que la gente muera en tu frontera porque te guste hacer de Marruecos tu mercenario, Pedro. Mucho menos hablando de antirracismo cuando conviene y negando problemas de la comunidad migrante, Ada, como la ablación de clítoris o los matrimonios forzosos. El antirracismo es que las mujeres de las que hablas estén en la toma de decisión política, Irene. Es no meter a tu formación política a una mujer que dice que la igualdad se creó hace 1400 años en el Islam, Pablo. Es no hacer apología de la prostitución, Begoña, acepta que lo único naranja que prevalecerá será el color de mi manicura hoy. Es no hacer de la puerta del sol, un solar, Almeida. Esto no tiene que ver con el antirracismo, pero estoy muy quemada, literal y metafóricamente.
España es racista, y por eso, la única reparación es la ilegalización de las formaciones en las que están congregados y van a votar a conciencia todos los racistas de este país. La democracia es el lugar donde mueren las vulneraciones de Derechos humanos, las de un estadio de fútbol, pero sobre todo, las de un mar mediterráneo plagado de cadáveres, que jamás serán enterrados.
Dice José Saramago en una entrevista que le hace Joumana Haddad que votar en blanco es un acto político. Supone levantarte, ducharte, ir a votar y hacerlo en blanco. Y que tu voto en blanco sea contabilizado. Es una idea estupenda, lo sería para mí si no fuese porque "mora y exótica no puede votar." Pero este melón lo abriremos en otro momento.
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