"No pienses que estoy muy triste, si no me ves sonreír. Es simplemente despiste…". Es bastante complicado que cualquier persona con un mínimo conocimiento musical no sepa identificar estas frases ni las tres palabras que vienen a continuación. Son tres palabras que forman parte de la historia musical de nuestro país. Concretamente del legado que dejó un grupo clave en el rock en castellano. Ellos, dicen muchos músicos, lo cambiaron todo. Tres palabras, Maneras de vivir, y una canción que cumple por estas fechas nada más y nada menos que 40 años desde su publicación.
De Rosendo Mercado poco se puede descubrir ya a estas alturas. Su trayectoria musical lo avala con creces. Comenzó su carrera en esto del rock con el grupo Fresa, para luego pasar a Ñu donde compartía protagonismo con José Carlos Molina. Una serie de desencuentros con éste provocaron la salida de Rosendo del grupo en 1977. Iban a nacer poco después los Leño. Chiqui Mariscal al bajo y Ramiro Penas a la batería le acompañarían en aquella aventura. El primero duro poco y al año siguiente sería sustituido por Tony Urbano, formando un trío estable y emblemático a la par que efímero. Leño se separarían en 1983, apenas cuatro años después de su creación. Pocos grupos han impactado tanto en nuestro panorama musical con tan poco tiempo en activo.
Leño se separarían en 1983, apenas cuatro años después de su creación. Pocos grupos han impactado tanto en nuestro panorama musical con tan poco tiempo en activo
La corta etapa de Leño fue verdaderamente prolífica. En 1979 lanzan su primer disco, homónimo. En él se incluyeron canciones como El Tren, Este Madrid o El oportunista. En 1980 aparece el disco 'Más madera', con temas como La noche de que te hablé, Cucarachas o Sin Solución. Ese mismo año se habían mudado a un nuevo local de ensayo. Los míticos Tablada, situados en el número 25 de la calle del mismo nombre. Un lugar en Madrid emblemático, por donde han pasado multitud de bandas y que continúa abierto hoy en día. En sus locales se gestaría el Maneras de vivir.
El grupo estaba entonces en expansión, cada vez con más nombre dentro de las dificultades del circuito rockero de la época. Pero sus actuaciones eran habituales en festivales de todo tipo. El escenario era su estado natural. Por ello, comenzaron a planear grabar un álbum en directo. Especialmente por el sabor que les dejó la producción del 'Más madera'. "Cuando salió, todo el mundo nos despellejó, nos llamaron moñas y yeyés. Grabamos el directo para demostrar lo que en realidad éramos", señala Tony Urbano en el libro 'Maneras de vivir. Leño y el origen del rock urbano' (2013, BAO), una biografía oral del grupo elaborada por Kike Turrón y Kike Babas. "No queríamos equivocaciones, nosotros éramos tal y como sonábamos en los conciertos, así que estaría muy bien grabar un directo", apunta también Rosendo en el libro.
Llegó entonces la grabación del disco en directo. Manolo Camacho, anteriormente técnico de sonido del grupo Cucharada, ya se había integrado en el grupo. Muchos lo conocen desde entonces como "el cuarto Leño". "Ninguno sabíamos que podía convertirse en un éxito así. Lo único que recuerdo es que cuando la compusieron, yo la grabé allí con la maqueta y luego la hicimos en el Carolina, no éramos conscientes de que pudiera ser un himno", explica en conversación con este medio.
Ese pensamiento es una tónica general en los componentes de la banda. Así lo refleja también Rosendo en el libro. "No tenía ni idea de la trascendencia que tendría. Me acuerdo que una noche estaba en casa y me vino el riff y me vi allí agachado, probando en bajito el riff para no despertar a la familia, y grabándolo en un magnetófono, con la guitarra eléctrica sin enchufar...esa es la única imagen que tengo de la canción, no sé ni como llegó la letra o en qué momento".
La sala elegida para el importante acontecimiento, la grabación del directo de los Leño fue La Carolina, situada en la calle Bravo Murillo y extinta desde hace años. Los días de los conciertos fueron el 25, 26 y 27 de marzo de 1981. Esos días sonó por primera vez en público el 'Maneras de vivir'. Así reflejó el concierto el periodista José Manuel Costa en el diario El País de su edición del 1 de abril: "Dentro del panorama del rock español, Leño son de la poca gente que a lo largo del tiempo han sabido mantener unos principios que por lo visto les están conduciendo a buenos finales. Mientras otros músicos de su generación (la de la marcha de hace unos años) han intentado sin mayor éxito ponerse a la page de los vientos pop que soplaban por la capital, Leño no renunció nunca a su rock bronquista, duro, basado en uno de los pocos héroes guitarreros que poseemos por aquí: Rosendo Mercado. Y en esta penitencia, que no es tanta, han llevado su premio, porque el público, ese público al que no han traicionado, como Topo o Coz (dos ejemplos), sabe premiarles la fidelidad. La música de Leño responde al nombre. Es música pesada y maciza, pero en el caso de esta gente, con los suficientes matices como para no resultar plasta. Es cierto que Leño no inventan casi nada; al fin y al cabo, en este asunto todo consiste en ir tomando elementos aislados de otros estilos para incluirlos en el conocido mecanismo de una pulsación básica capaz de mantener a la gente bailando con aspecto zombie. Y está claro que esa gente siempre existe".
Leño no renunció nunca a su rock bronquista, duro, basado en uno de los pocos héroes guitarreros que poseemos por aquí: Rosendo Mercado
A la semana siguiente del concierto se decidió sacar un single del disco en directo para promocionarlo. Pero curiosamente no se sacó del material grabado sino que se metieron en el estudio para grabar una versión allí de 'Maneras de vivir'. "Era el tema que queríamos como single, pero ya sabes que hay veces que una grabación en directo no da la talla deseada. Aquello había que arreglarlo y se acertó", recuerda el batería Ramiro en el libro.
En el single participaron a los coros José Manuel Díez y Jaime Asúa, de Alarma, y Pepe Robles, fundador de Módulos. En el concierto había participado también Luz Casal. El productor de Leño fue Teddy Bautista, conocido músico de la época y más conocido en las últimas décadas por los asuntos de la SGAE. Bautista, por cierto, fue absuelto en marzo de este mismo de todos los cargos que se le imputaban desde una década atrás.
El productor recuerda así la canción en el libro de Turrón y Babas: "Era el tema, con mayúsculas. Era el tema que definía a Leño en toda su globalidad. Y creo que es el tema que define al rock urbano, al rock madrileño, lo mismo que 'La chica de ayer' (Nacha Pop) define al pop. Maneras de vivir define al rock cantado en castellano mucho más que Burning o Ramoncín, que aún teniendo temas fantásticos no llegan a definir tanto como esta. La canción es un shuffle, el estilo que más energía desprende, mucho más que poniendo negras a ciento veinte. Era el rock con toda la carga de Rosendo. He oído varias versiones de esta misma canción y ninguna le llega a la altura, es pura energía, con la voz de Rosendo en su esplendor. Al hacer esta canción en estudio pudimos darle todo lo que pedía".
Miguel Ríos le da un empujón
De las fechas de publicación del single no hay registros claros ni recuerdos en los protagonistas salvo los mencionados días de la grabación del concierto y que la grabación en estudio y las mezclas no tardaron mucho. Como hemos comentado, los músicos no fijan en aquellos momentos un recuerdo épico de la canción ni de en lo que se convertiría después. "De esa época yo lo que sí tengo recuerdo es que pegaba más el Entre las cejas, con el que se abría el disco en directo, que el Maneras de Vivir", recuerda el técnico de sonido.
Camacho pone el eje temporal del éxito un poco después, en 1982, con la publicación del disco 'Corre, corre' y su posterior gira que duró hasta 1983. Y sobre todo, afirma, aparece un nombre propio como aliado: Miguel Ríos. El artista granadino, mucho más consolidado que la banda de Rosendo, incluyó en su disco 'Rock & Ríos', publicado en mayo de 1982, un popurrí final de versiones. Y ahí estaba Maneras de vivir.
Miguel Ríos incluyó en su disco 'Rock & Ríos', publicado en mayo de 1982, un popurrí final de versiones. Y ahí estaba Maneras de vivir
El granadino le dio un empujón evidente a la canción. Así lo cree también uno de los autores de la biografía del grupo, Kike Turrón. "La primera vez que escuché la canción fue en el disco de Miguel Ríos. Me lo compré con 12 o 13 años, lo escuchaba a diario. Al final de la cara D estaba ese popurrí y ese extracto de Maneras de vivir. Ya sabía quién eran Leño porque yo escuchaba Los 40 Principales y en ese mismo tiempo sonaba la canción Que tire la toalla a veces, y me llamaba la atención el deje macarra en la voz del tipo que la cantaba", explica a este medio.
"Su directo me parecía milagroso porque cuando veía a Rosendo cantar pensaba que se rompía. Pero, para nada, esa garganta parecía de amianto. Me gustaba mucho Maneras de vivir e hice una versión en el disco, una declaración de principios en toda regla", recuerda el propio Ríos en el libro. "Hasta entonces para nosotros solo era un tema más, uno más. Lo que más generó en autores fue ese trocito, eso más que todo el legado junto de Leño. Vendió mucho. Miguel nos pidió permiso, nos debió parecer genial, para nosotros Miguel era lo más y sus girar eran las mejores que se hacían aquí", apunta Rosendo. Junto a él y Luz Casal protagonizaron en 1983 una masiva gira llamada 'El rock de una noche de verano'.
"Imagino que lo de Miguel Ríos hizo su trabajo para esta canción llegase a más oídos mucho más rápidamente que a través de los discos de Leñó. En esos años Miguel era un artista de grandes arenas, que vendía los discos por miles. Leño eran un grupo también de éxito, claro, pero a otro nivel. La canción la hemos hecho himno entre todas nosotras, poco a poco, escuchándola cantar a otros porque para entonces, Leño ya no existían", comenta Turrón.
"El público se enganchó a ella. Y sigue. En las fiestas de los pueblos no se la saltan. El Maneras de vivir creo que es un himno más libertario o revolucionario que otras canciones famosas del rock de aquí. No es una canción al uso, lo que está diciendo es muy interesante", apunta por su parte Camacho.
Aquel rock de una noche de verano
Llegó el otoño de ese mismo año, 1983, y los Leño, en su mejor momento, se separaron. Los roces internos y diferencias habituales en muchas bandas de rock hicieron mella. Pero eso es otra historia. La leyenda de Leño se fue engrandeciendo con el tiempo. Y su legado, igual que el de la mencionada canción, es abrumador.
"Esa canción esconde un estado de ánimo, una postura ante la vida aplicable a todo ser humano sensible. Esto hace que cualquiera nos identifiquemos con lo que canta Rosendo en esa canción, ese sincericidio que retrata desde la primera persona, esa incertidumbre que refleja Rosendo y que, en realidad, es la propia vida. Los Leño hablan en esta canción del No Future y lo hacen de una manera muy positiva, romántica y asumible. Cuando hicimos la biografía coral de Leño no tuvimos dudas, esa canción es el titular de lo que fueron esos años para la banda. Lo que pasa es que, con el tiempo, ves que es el titular para muchas generaciones, y esa es la grandeza de esos minutos de canción”, concluye Turrón.
Esa canción esconde un estado de ánimo, una postura ante la vida aplicable a todo ser humano sensible
Muy importante ha sido también la canción para Javier Sierra. Es director desde 1996 de la página web Manerasdevivir.com (Todo el rocanrol del Estado). Para cualquier seguidor del rock estatal es un medio de referencia. "La canción se mantiene fresca 40 años después, eso ya dice mucho. Maneras de vivir es tirar para delante y divertirte, un alegato por la vida con actitud de rocanrol, por otra forma de vivir distinta a la gris que imperaba en este país hasta los años 80", explica a este medio.
Para Sierra, el tema de los Leño "marca el cambio en la música rock española, como en general lo hizo Leño en su corta pero fructífera trayectoria". Un cambio "de las letras oscuras, muchas veces trágicas, a una forma de enfocar las composiciones distinta, también en lo musical". "Leño abrieron el camino a muchos que vinieron detrás, refrescaron el panorama, lo hicieron y lo siguen haciendo con 'Maneras de vivir' por bandera. Es imposible escucharla y ponerte triste, es justo todo lo contrario", añade.
¿Cómo decidió poner a la web el nombre de la mítica canción? Sierra nos cuenta una anécdota: "Cuando Manerasdevivir.com aún se llamaba TRE (Todo el Rocanrol del Estado) y estaba alojada en un servidor con una dirección del pelo, hicimos una encuesta a ver qué nombre de dominio le gustaba más a nuestros lectores. Entre 4 o 5 estaba manerasdevivir.com. Creo que aunque no hubiese ganado de largo la encuesta se lo hubiésemos puesto igual. Sí, en aquellos tiempos se podía hacer eso y nadie te robaba el registro del nombre mientras tanto", recuerda.
Para Camacho, "el cuarto Leño", las letras de Rosendo todavía siguen vigentes. El de Carabanchel ha seguido décadas componiendo y en los escenarios, de los que decidió bajarse en 2018. Los Leño nunca se juntaron más excepto una especial noche madrileña. Tony, Ramiro y Rosendo se subieron al escenario de la sala Caracol, medio por sorpresa y en un evento privado en 2010. El motivo fue la presentación de un homenaje en forma de disco de versiones titulado 'Bajo la corteza'. Allí estuvo también Miguel Ríos, precisamente interpretando el Maneras de vivir.
Rosendo nunca ha dejado de tocar la canción. Un buen homenaje se dio en 2014 en la Plaza de Toros de las Ventas. Para el registro quedó el cierre con la mítica canción. Sobre el escenario, otra vez Ríos junto a Kutxi Romero, El Drogas, Fito Cabrales, Luz Casal y Rodrigo Mercado, su hijo. Versiones a puñados, habitual en las verbenas, calles dedicadas, nombres de bares, una web del rock en castellano de referencia obligada...Maneras de vivir, la gran canción del rock en castellano, sigue viva.
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